Se trata de una de las formas más sencillas y prácticas de servir la comida en una fiesta; su dinámica básicamente consiste en colocar todas las preparaciones en una mesa y que los comensales se acerquen, tomen un plato y los cubiertos, se sirvan los que les apetezca en el orden y cantidad que les plazca.
El secreto en la selección es la palabra equilibrio entre los sabores, colores y grupos de alimentos. Siempre que escoja una preparación, piense que se tiene que ver tan linda y bien presentada en el plato como en la fuente de servicio.
Lo primero a considerar al elaborar un menú son los alimentos en temporada, esto abaratará los costos y le dará la posibilidad de obtener ingredientes de mayor calidad.
Al hacer la selección piense de qué color es la comida, así evitará que todo se vea igual, lo cual no suele ser apetitoso.
Juegue con ellas, esto le dará un toque diferente y todos tendrán la sensación de que hay más variedad de la que existe realmente. Combine platillos cremosos, crujientes, esponjosos, secos y con salsas.